Prueba Kakashi - Sickest

- El sonido de un lento caminar era opacado por el sivido de un joven ninja, cuya sinfonia interpretaba piezas compuestas por las aves alrededor de el nota por nota. Llevaba puestos zapatos comodos para correr pues sabia que los necesitaria en esa situacion, unos pantalones cargos cuyos bolsillos distribuian las armas que se le habian concedido para aquel especifico combate, armas estratejicas y proectiles; vestia por igual una camisa sin mangas blanca, ajustada a su torso, tan fuerte como su edad le permitia serlo, apenas par de a~os mayor de la decada se enfrentaba valientemente ( o tal vez ignorantemente ) a la dolorosa vida que conllevaria un buen resultado del examen. Se detuvo cuando penso que habia caminado suficiente como para estar en el centro del bosque, donde su adversario lo encontraria a como de lugar. Llevo su mano derecha al bolsillo trasero derecho y saco un par de guantes blancos, comenzando a ponerselos; estos le cubrian hasta los nudillos, sus dedos quedaban descubiertos para su comodez. Llevo sus enguantadas manos a la cintura para ladear su rostro hacia atras, cesar su silvido y dediar su vista a la bella flora y fauna que le rodeaba. -

-El joven Kakashi se encontraba ya en el lugar acordado, aunque aún no hubiera hecho acto de presencia, probablemente tras alguno de los numerosos árboles recostado. Su vestimenta era la habitual en él; típico traje negro algo ajustado de tela que le garantiza una gran flexibilidad sin pasar demasiado calor ni demasiado frio. Su mandíbula, y toda su cara por debajo de la nariz tapados como siempre por la misma tela negra del resto del traje. Sus pantalones eran algo más anchos, negros también, y las sandalias las típicas a dedos descubiertos de un shinobi de la hoja. Sólo un ojo quedaba sin tapar por su cinta que le representaba como ninja de la aldea, y este lo mantenía ocupado en la razón de su demora; entre los dedos de su mano derecha la sostiene, un libro de portadas anaranjadas con un título que no se alcanzaría a leer por la velocidad a la que lo cierra, pues acaba de acabar la lectura. Una vez ha guardado el libro en no más de 4 segundos en una estuchera que hay en su pierna derecha, la cual oculta también otras armas propias de un ninja, centra su mirada en el compañero que enfrentará durante la prueba, permaneciendo firme e inmóvil a apenas unos 7 metros de distancia, completamente frente a él.-

- Al bajar su mirada nuevamente percato de la presencia agena en el campo de batalla, a lo cual se apeno levemente de no haber notado antes, expresado tras llevar su diestra a la nuca, rascando esta. Se coloco en una posicion lista para correr, como habia visto hacer a los profesionales, las manos sobre la tierra en aquel disponible camino entre el y su oponente, una rodilla flectada sobre la cual se apoyo, y su pie zurdo estirado hacia atras levemente. Libero toda su fuerza sobre aquel pie derecho para impulsarse en una carrera contra sus propios tiempos cuya meta compartida era su oponente, cubriendo rapidamente la distancia el mismo sacudia en un vaiven de ritmos contrarios los pu~nos que ahora serian sus manos, cubiertas por la tela manchada en tonos tierra desde las palmas. -

-Deja que sea él quien gaste esfuerzo y estamina en acercarse con la mencionada carrera, para sólo al estar ya a una distancia de aproximádamente 2 metros, dejarse caer hacia el frente, donde se encuentra el chico, de forma que ante los ojos de este, Kakashi vaya a chocar contra el suelo por el simple hecho de haberse dejado caer. Sin embargo, en el momento preciso para poder lograr su propósito satisfactoriamente, detiene su caida con el pie derecho, usando toda la fuerza de la gravedad más su propio impulso para propulsarse hacia el frente, muy agachado por la "caida" previa. En lo que pareció ser un parpadeo se colocó junto a su compañero, un poco a la izquierda de este, extendiendo su codo izquierdo contra su estómago con suma fuerza (La propia de Kakashi, y la ganada por la velocidad también propia y la de la gravedad de la que pretende hacer uso), mientras le observa de reojo con mucha serenidad. Su mano derecha cubre su puño izquierdo, con la intención de aplicar la fuerza de ambos brazos en el golpe. Más al mismo tiempo, pudo haber hecho "uso" del momento en el que su compañero dejó de verle, y haber realizado así ciertos movimientos camuflados con sus manos-

- Efectivamente sí fue tomado por sorpresa con aquel movimiento, pero no perdería en aquel confrontamiento. A la velocidad que iba no iba poder evitar el contacto con él, pero tampoco quería. Dejó que sus abdominales deslizaran por el antebrazo zurdo de su oponente, planeaba pasar de largo aún con la oposición física del enagenado; estiró lo que pudo su puño derecho en aquel corto lapso de tiempo para aprovechar la agachada de su oponente y dedicarle un poderoso lazo vaquero, casi inminente el impacto dada la situación el chico no perdió la compostura aún tras la corta sorpresa. -

-Al haber estado desde un inicio posicionado más a su izquierda para poderle atacar con el mencionado codo, no tiene que realizar ningún movimiento destacable para no ser alcanzado por su brazo derecho, que sería más efectivo como un "lazo de vaquero" contra el costado contrario, aún así, por simple precaución e instinto aparta un poco su rostro, sin retirarle la mirada, fija en la totalidad del cuerpo y de los movimientos de su compañero y adversario. Tras haber fallado su codazo por tan poco como para poder sentir sus abdominales deslizándose a lo largo de su codo, únicamente tiene que girar sobre su pie derecho, teniendo las rodillas algo flexionadas ya desde su último ataque, lo cual le sirve como impulso previamente preparado para realizar un salto de metro y medio con la rotación ya mencionada. De esta forma, sólo con alzar su rodilla izquierda con fuerza y velocidad, dirige un potente golpe contra la nuca de su compañero, que al acabar de pasar de largo, ha dejado ese punto ciego. Sus manos se mantienen durante el salto prudentemente alzadas, la izquierda cerca de su propio rostro y la derecha cerca de su propio torso. Sin embargo, sigue sin haber rastro de la utilidad de las acciones "ocultas" anteriormente ya mencionadas.-

- El lapso de tiempo en el cual su oponente nulificó su ataque le brindo suficiente como para devolver el favor, se encontraba a dos metros de distancia del oponente, de espaldas a este. Giró de su torso a mitad, para quedar frente a frente nuevamente con el adversario. Suspiró profundamente, llevando su pie y mano derecha frente su cuerpo. La pierna flectada desde la rodilla le dejaba levemente agachado, apoyado sobre los dos pies, el primero en frente. La mano por igual, dirigía la zurda a elevarse un poco menos de la primera, su diestra se presentaba a la altura de los labios del ninja, semiabierta, sus dedos se contraían como podían para quedar mimicando con las manos lo que sería el estilo del Tigre en artes marciales orientales. Permaneció expectante, respirando profundamente y observando al oponente, aprendió su lección de los cercanos desastres que casi ocasiona. -

-Cae al suelo con naturalidad, con las plantas de los pies por delante y deteniendo su rotación tras haber realizado el primer giro completo, pues falló el rodillazo por el simple distanciamento de su compañero.- Parece que ahora lo harás con más calma... -Toma un kunai de la estuchera en su pierna derecha con su meñique diestro, que introduce por el aro que hay en el extremo del mango para sacarlo con mayor comodidad, una vez fuera de la estuchera pasa a sujetarlo con naturalidad con un veloz movimiento y lo coloca frente a sí, a la altura de su rostro y de su torso, que al estar ahora algo agachado, con las rodillas flexionadas y listo para reaccionar, son la misma. Con la otra mano toma un kunai con sello explosivo del mismo estuche y lo arroja hacia el pecho de su compañero en un mismo movimiento horizontal, realizando despues un pequeño saltito para atrás apenas con la fuerza de sus tobillos, sin deshacer su postura, para pasar a estar a dos metros y medio solamente de su compañero y de donde cree que se producirá la explosión.-